Cuando nos vemos en la necesidad de responder aquel cuestionamiento “¿Quién soy?” es muy probable que respondamos con nuestro nombre, edad, signo zodiacal, etcétera. Pero el cuestionarnos quiénes somos realmente va mucho más allá de nuestra fecha de nacimiento y el nombre que nuestros padres decidieron otorgarnos. Sin embargo, iniciaré con esa presentación de rutina.
Mi nombre es Sidelly, actualmente tengo 17 años, mi signo del zodiaco suele ser aries, aunque a veces me apuntan como tauro; curso el tercer grado de preparatoria en la Prepa 2 y mi color favorito es el morado. Dicho esto, empezaré a responder la pregunta planteada.Suelo ser una persona bastante tímida y podría decir que en
ocasiones también algo impulsiva. Suelo pensar mucho las cosas antes y después
de hacerlo, o únicamente después. Mi personalidad se basa en intentar apreciar
y disfrutar cada momento e intentar aprender de aquello que me causa conflicto.
Rodeada de mucha gente pero no con tantos amigos, me mantengo con personas que
me dan paz y felicidad, alejándome de aquellos que me causan incomodidad y cuyo
carácter me resulta desagradable. Durante los fines de semana lo habitual es quedarme
en casa a leer un libro, ver una película o hacer algo de la escuela, hace poco
me di cuenta de que los lugares con mucha gente, lejos de causarme ganas de
conocer a más personas, me resultan incómodos y siento mucha presión, por lo
que he intentado evitar esas situaciones, no alejándome de aquellas personas a
las que quiero, por qué, desde luego sí me gusta conocer gente, solo que en
situaciones en las que me sienta cómoda.
Me emociona mucho escuchar una canción que me gusta, ver una
película o leer un libro que me resulte entretenido y gratificante. Cuando algo
me pone feliz como por ejemplo, que me salga bien un paso de baile, se lo
cuento a mi mamá muy emocionada, esa suele ser mi reacción siempre: al sentirme
feliz se lo comparto a alguien. Por otro lado, cuando algo me molesta o de
alguna manera me siento decepcionada con mi persona, primero me “regaño” a mí
misma y luego se lo cuento a alguien pero la manera de hacerlo es diferente,
siempre haciendo referencia a que la culpa es mía, incluso en situaciones en la
que la culpa no recae en mí. Me considero una persona que expresa muy bien lo
que siente, no siempre de manera verbal, pero lo hago y se nota cuando estoy
feliz, triste, molesta, incomoda, emocionada, entre otras emociones. Pese a
esto, he de decir que mi mayor complicación está al hablar de lo que siento
abiertamente, en especial cuando se clasifica en algún tipio de emoción
negativa, por qué se me puede notar mi tristeza o molestia, pero es difícil
hablar de ello, por lo que a lo largo de toda mi vida he acudido a reprimir mis
emociones en especial cuando se trata de algo que me tiene triste o
decepcionada.
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